Primer "camarero-robot" del mundo que sirve con precisión milimétrica platos de cocina japonesa y baila al son de música pop entre los aplausos de los comensales. Vestido con un traje de guerrero samurai y con una pantalla en lugar de ojos, este particular servidor es el último grito en tecnología robótica aplicada con fines comerciales y quizás el futuro del negocio de la restauración, según su creadora, Lappassarada Thanapant, la dueña tailandesa de Hajime, un restaurante de cocina nipona. Cada mesa cuenta con una pantalla táctil en la que se piden los platos, según el típico sistema japonés de buffet motorizado y a un precio razonable de 449 bat (14 dólares) por el menú básico. En cuanto la comida está lista, el terminal avisa a los comensales de que el "camarero" está a punto de llegar, para que nadie se pierda el espectáculo.
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