domingo, 17 de enero de 2010

La Gran Muralla China

En 1987, la Gran Muralla fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Recientemente se descubrieron más de 800 kilómetros de la muralla que habían estado enterrados durante cientos de años.
Originalmente la Gran Muralla cubrió mas de 20.000 kilómetros desde la frontera de Corea hasta el desierto de Gobi, aunque a día de hoy se conserva tan solo un 30 por ciento de ella.
La altura de la Gran Muralla promedia 7,5 metros y de 4 a 5 metros de ancho.
La más famosa porción de la Gran Muralla fue construida entre el 220 y 200 a. de C. por el primer emperador de China, Qin.
Alrededor del 70 por ciento de la población china trabajó en la Gran Muralla durante la dinastía Qin.
Gran parte de la Gran Muralla tiene fama de ser el mayor cementerio del mundo. Aproximadamente diez millones de trabajadores murieron durante su construcción. Aunque no se les enterró en el muro en sí, sino en sus inmediaciones.
Una parte importante de la Gran Muralla está en la actualidad en ruinas, a excepción de aquellos lugares de atracción turística.
Durante la dinastía Ming, la Gran Muralla estaba resguardada por más de un millón de guerreros.
Fue durante la dinastía Ming (siglo XV) que se comenzó a emplear ladrillos y piedras en la construcción del muro.
El propósito de la Gran Muralla era proteger las fronteras del Imperio Chino de los invasores del Norte.
Existe la creencia de que la Gran Muralla China es visible desde la Luna, pero no es verdad.

martes, 12 de enero de 2010

Restaurantes insólitos

THE CLINIC. Para comer como en un hospital... Este restaurante de Singapur está distribuido en diferentes cuartos con mesas iguales a las que se utilizan en las salas de operaciones y sillas de ruedas en lugar de sillas comunes. Se puede cenar con cacerolas quirúrgicas con forma de riñón y beber en probetas. La cocina de este local es la reproducción calcada de un quirófano y el chef viste como si fuese un cirujano.
ITHAA. Para comer bajo el agua... Quien tenga la posibilidad de viajar hasta las Maldivas debe pasarse por este restaurante situado en pleno océano Índico. Situado a cuatro metros y medio bajo la superficie del mar entre arrecifes de coral, el comedor submarino tiene capacidad para catorce personas que comen bajo la mirada atenta de peces, escualos, pulpitos y langostas. Los mismos animales marinos que luego se sirven al plato acompañados de aderezos y ensaladas y a un precio promedio de 120 dólares por cubierto.
THE JAIL. Para comer como en la cárcel... En este restaurante de la ciudad de Taipei, las mesas están rodeadas por rejas y los platos se sirven en esas palanganas chatas como las que usan los presos para orinar. Algunos comensales inclusive disfrutan ser maltratados por los camareros, vestidos de funcionarios de prisiones, que de tanto en tanto sueltan algún bofetón para poner algo de orden.
THE MARTON. Para comer como en el baño... Otra locura de Taipei ambientado esta vez como si fuera un baño, con inodoros y otros objetos representativos. Las mesas tienen forma de bañera y la gente se sienta en inodoros para comer. Claramente, este no es un sitio para una primera cita.
CABBAGES AND CONDOMS. Para comer rodeado de preservativos... Si vas a Tailandia y pasas por Bangkok, no te pierdas este restaurante donde el elemento decorativo por excelencia es nuestro gran amigo el condón. Un espacio muy llamativo, con luces tenues y preservativos multicolores de distintos tamaños por todas partes. Por más que parezca una idea frívola se trata de un proyecto muy serio de la Asociación para el Desarrollo de la Población de Tailandia, cuyo objetivo es el control de los nacimientos y la lucha contra el sida en ese país.